Maribel y Eduard se casaron el 25 de Mayo con ceremonia religiosa en la Iglesia de Santa María de Duesaigües. Después hicimos la recepción y banquete en Parc Samà by Cal Blay de Cambrils en la provincia de Tarragona.
Esta pareja se puso en contacto con nosotras a tan solo 3 semanas del día de la boda, con todos los proveedores contratados pero necesitaban que nos encargaramos de la organización y coordinación el día de la boda, lo que llamamos Wedding Day. Si bien hay que decir que este servicio, normalmente, se contrata unos 4-5 meses antes pero con ellos fue conocernos de manera express.
Fue también una boda de día, y con 3 localizaciones que controlar así que a las 8h de la mañana nos pusimos en marcha hacia Cambrils. Dividimos el equipo de manera que Eva se fue con dos chicas en prácticas al hotel donde se alojaban los novios, y de donde salía el autocar de los invitados, y Alba se quedó en Parc Samà preparando todo para cuando ellos llegaran.
Preparamos unos Kits en el baño, los detalles de los invitados y ayudamos con la decoración floral a Diana de Go Floral. Mientras una de las chicas se quedaba en el hotel organizando a los invitados en el autocar, Eva y la otra chica se fueron a preparar la Iglesia para la llegada de los novios, invitados y proveedores.
En esta ocasión tuvimos el placer de coincidir con el equipo de Piña Colada Weddings para la fotografía y el vídeo.
Tenemos que reconocer que hemos asistido a pocas ceremonias 
religiosas, pero esta desde luego fue distinta a cualquier otra. Maribel, la novia, canta en un coro de gospel que allí estaba, para dar la entrada a la novia. Fue un momentazo cuando, después de unas lecturas del cura, se pusieron a cantar y la novia cantó junto a ellos (la cara que puso el cura, no tubo precio). Se trata de un pueblo muy pequeño, no acostumbrados a ceremonias tan multitudinarias y ellos lo quisieron hacer allí por motivos familiares, lo que convirtió la ceremonia en un momento muy emotivo y muy íntimo para ellos.
Al acabar todos los invitados y Eva y las chicas bajaron hacia el Parc Samà donde les esperaba el aperitivo. Aprovecharon para hacer las fotos grupales, refrescarse y distraerse con sus invitados. Mientras nosotras preparábamos todo el salon para la entrada a la comida.
Tal y como acostumbran en Cal Blay, esta vez los novios también 
repartieron los postres a sus invitados, con sus trajes y con delantal. Tras lanzar el ramo y repartir algunos regalos nos fuimos con los novios a realizar un cambio de look, y de vestimenta! Maribel se enfundó un mono blanco espectacular, con el que deslumbraron a todos con su primer baile nupcial.
Y así, dimos paso a la fiesta con fotomatón incluido donde, como siempre, nos quedamos un rato con ellos, les deseamos lo mejor del mundo y nos marchamos agotadas, pero muy muy felices de poder compartir con nuestros novios todos esos momentos.
